España vistió de color blanco en la zona sublevada, única zona que permitía entonces en el país enfrentamientos futbolísticos. La situación del país, dividido entre republicanos y sublevados, hace que se abandone el color rojo por motivos políticos. Se puso la flor de lis correcta, se cambió la corona de la izquierda o se modificó la granada para que dejara de parecer un tulipán. La pelota se fue muy por encima del arco de Levante que se paró mejor y no ha vuelto a sufrir.